La disposición del parque está centrada en la ubicación estratégica de las canchas de tenis, las cuales están orientadas para maximizar su funcionalidad y accesibilidad. A su alrededor se distribuyen grandes áreas verdes dedicadas a actividades recreativas y de descanso. Un sendero peatonal central, rodeado de vegetación exuberante, conecta el parque con el barrio y, en el futuro, con el desarrollo comercial cercano, generando una vía de circulación fluida que invita a los transeúntes a disfrutar tanto del deporte como de la naturaleza.
La materialidad del parque se basa en el uso de tonos terracota y rojizos, inspirados en el “Polvo de Ladrillo” o arcilla de las canchas de tenis, lo que establece una coherencia visual con el entorno deportivo. Este color se extiende a lo largo del parque, creando un vínculo estético entre las canchas y las zonas verdes circundantes. Además, el diseño incluye una zona de servicios y equipamiento comunal, complementando las actividades deportivas y recreativas de la comunidad.