El proyecto se caracteriza por la apertura hacia el entorno natural a través de balcones perimetrales que se extienden a lo largo de todos los niveles y en cada uno de los apartamentos. Esta disposición permite que cada unidad se beneficie de vistas panorámicas: hacia el sur, la ciudad de Ibagué se despliega ante los residentes, mientras que hacia el norte se disfrutan impresionantes vistas de la montaña. El diseño fomenta una conexión continua con el paisaje circundante, ofreciendo espacios de reunión abiertos que generan un flujo constante de interacción entre los residentes y su entorno.

El proyecto emplea materiales que respetan tanto el entorno natural como las necesidades funcionales de un complejo residencial moderno. La apertura del edificio a través de balcones y el uso de materiales que permiten una interacción constante con la naturaleza refuerzan la intención de crear un ambiente armónico y sostenible, adecuado para su ubicación en un entorno de vegetación densa y cuerpos de agua.