El diseño del proyecto responde a la idea de crear un espacio abierto y poroso, que facilite el aprendizaje sobre la siembra del mangle en la Ciénaga de Mallorquín. La estructura se organiza como un gran contenedor donde el proceso de germinación del mangle es visible, funcionando como un espacio de exhibición y encuentro. La disposición del mobiliario interior y las repisas laterales permiten una interacción directa con los diferentes tipos de mangle y sus etapas de crecimiento, promoviendo la participación activa de la comunidad.
La estructura se construye principalmente en madera amargo, un material resistente a los hongos e insectos, ideal para ambientes húmedos. Esta elección no solo responde a la durabilidad necesaria en el entorno exterior, sino también a la tradición local, ya que la madera ‘amargo’ es comúnmente utilizada por la comunidad para construcciones locales. Las tejas y la cimentación en concreto garantizan la estabilidad de la estructura, levantándola por encima del nivel del agua. Esta combinación de materiales busca generar un espacio armónico con el entorno natural, mientras fomenta la conexión de la comunidad con su ecosistema.